Alejo Carpentier Balmont

Alejo Carpentier Balmont
Alejo Carpentier Balmont

Datos generales sobre Alejo Carpentier

Alejo Carpentier Balmont nació en Lausana, Suiza, el 26 de diciembre de 1904. Fue hijo del arquitecto francés Georges Julien Carpentier y de la profesora rusa Catherine Balmont o Blagoobrasoff.

Siendo muy pequeño se trasladó a La Habana en donde gozó de una esmerada educación que combinó con una formación bilingüe, la pasión por la lectura y una gran vocación musical.

En 1910 Carpentier comienza sus estudios en el capitalino Candler College. A los siete años de edad toca en el piano preludios de Chopin y gusta de hacer juegos de pedales con obras de Debussy.

Su primer escrito fue una pequeña prosa sobre la importancia del ciclón en la vida del Caribe. Además escribe novelas y cuentos influidos por las lecturas de Emilio Salgari y Anatole France.

Alejo decide abandonar su proyecto de estudiar en la Universidad para buscar trabajo y comienza entonces a publicar artículos en la prensa habanera bajo el seudónimo de Lina Valmont, pues no contaba con la edad suficiente para ser contratado.

El 20 de noviembre de 1922 firma por primera vez con su nombre.

Apuntes sobre la versátil obra artística

Alejo Carpentier incursionó en el periodismo, la poesía, la narrativa, la música (letras para música) y muchos otros géneros que lo convirtieron en un escritor universal.

Ejerció la modalidad de periodismo culto y con sus profundos conocimientos de historia, arquitectura clásica y moderna, etnología, geografía, filosofía y política, dio a conocer sus extraordinarias cualidades como crítico literario, de teatro, de pintura, de escultura y de cine.

Una muestra muy pequeña de su virtuosismo pues su obra total comprende más de 4 000 artículos se puede hallar en sus Crónicas, publicada en La Habana en 1976, la cual fue realizada en dos tomos y en los cuales se reúnen 146 artículos.

Otro ejemplo significativo lo constituye Letra y solfa, publicado en Caracas en el año 1975. Todo esto confirma su variada y profunda cultura y su depurado estilo periodístico.

Escribió los libretos de las cantatas Yamba-Ó de 1928, La pasión negra de 1932 – ambos con música de Marius François Gallard y de Las puertas del sol de 1970 con música de Michel Pung.

Alejo después del triunfo de la revolución Cubana

Con el triunfo de la Revolución Cubana, Alejo Carpentier es designado administrador general de la Editorial de Libros Populares de Cuba y el Caribe. Publica en la Nueva Revista de Cuba una versión de los capítulos I al III de El siglo de las luces.

Colabora en publicaciones seriadas cubanas tales como: El Mundo, Revolución, Granma, La Gaceta de Cuba, Unión, Cuba, Islas, Casa de las Américas, Bohemia y Revolución y Cultura.

En 1960 es nombrado por el Gobierno Revolucionario como vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura. Al año siguiente es designado vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Representa a la Isla en el Séptimo Festival del Libro Mexicano y participa en el Primer Congreso de Escritores y Artistas Cubanos. Desde 1962 hasta 1966 es nombrado Director Ejecutivo de la Editorial Nacional de Cuba.

Impartió además clases de Historia de la Cultura en la Escuela de Historia de la Universidad de La Habana. Fue uno de los responsables de la revista Unión junto con Nicolás Guillén y Roberto Fernández Retamar.

En 1968 publica Héroe de América, un homenaje a Ernesto Che Guevara y en 1969 los ensayos Literatura y conciencia política en América Latina. Lo sorprende la muerte en París el 24 de abril de 1980.

Su cadáver fue expuesto en la base del Monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución, desde donde se le rindió un conmovedor homenaje fúnebre y en el cual participó el gobierno revolucionario en pleno y el pueblo habanero en representación de todos los cubanos.

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