Que suenen los tambores, es un tema de Osmany Espinosa que mezcla plena, batucada, merengue y conga.
Según cuenta Laritza Bacallao, la canción fue una explosión en la radio cubana cuando se estrenó en el 2013. Y fuera de la isla se baila en las escuelas de zumba de varios países y hasta el cantante puertorriqueño Víctor Manuelle lo grabó.
“Estoy feliz que mi voz le haya transmitido a Víctor Manuelle la energía positiva del tema. Es un placer”, dijo Bacallao.
Según cuentan, Víctor Manuelle andaba buscando opciones. Un día se encontraba en Puerto Rico y pusieron el videoclip “Que suenen los tambores”, protagonizado por Laritza Bacallao.
Sucedió un momento mágico entre el cantante y sus productores, al instante se percataron de que habían encontrado lo que querían. Concibieron dos versiones, una en merengue y la otra en salsa tropical.
Información sobre Laritza Bacallao.
Laritza Bacallao se ha impuesto como una de las cantantes más populares de estos tiempos en Cuba, gracias, entre otros factores, a la calidad de su voz, proyección escénica y dominio de un repertorio que va desde lo más autóctono de nuestra música hasta los más contemporáneos ritmos.
Graduada de dirección coral y de nivel medio como pianista acompañante, Laritza reconoce que su trayectoria es resultado de la sumatoria de importantes etapas en las que las constantes han sido el apoyo familiar y un profundo apego a la música tradicional cubana.
Todo comenzó en Radio Progreso, fue una etapa en la que trabajó con las orquestas Aragón, Sensación y el Conjunto Caney, momentos que recuerda la artista con mucho agrado por lo instructivos que fueron para ella. Solo tenía ocho años, y estar junto a músicos de tanta trayectoria fue impresionante y formador a la vez.
Precisamente de esta etapa resultó un disco que grabó junto a la Aragón bajo el sello EGREM destinado al público infantil sobre la base de la música tradicional.
Titulado La Orquesta Aragón presenta a la Princesita del cha cha chá, en el álbum aparecen canciones como Pinocho, Gallo y gallina, Aladino y Abuelito cha cha chá.
A raíz de esto vinieron sus primeras giras y grandes conciertos, pero no es hasta que termina los estudios que Laritza encauza su vida como artista”.
Cuando se gradúa entra al catálogo de la empresa Ignacio Piñeiro y se presenta en diversos festivales y certámenes como Boleros de Oro, Habaneras, por solo mencionar algunos.
Hizo una gira con un quinteto llamado Villa Azul, manteniendo la línea de la música tradicional y después le hicieron una propuesta de poco más de un año en Italia, bajo la dirección del coreógrafo Eduardo Rosillo (hijo). Es entonces cuando comienza a incursionar en otros géneros, y es que incluye en su repertorio canciones de artistas como Whiney Houston, Celine Dion, Barbra Streisand, y otros.
Al regresar a Cuba montó varios de estos temas. Durante un tiempo trabajó con Barbarito Torres, el laudista del Buena Vista Social Club, y con PMM.
Andando en el tiempo creció su interés en hacer un trabajo propio, por el que el público la conociera, así llegaron Carnaval, Que suenen los tambores, y finalmente el disco Solo se vive una vez.
