Tamarindo

Tamarindo - Frutas tropicales presentes en Cuba

Tamarindo. Características.

El nombre botánico del tamarindo es Tamariundus indica. Tiene raíces persas, ”tamar-L-hind”, y significa ”El día de India”.

Su origen es del África tropical. Llegó a Europa y a Asia a consecuencia del comercio con los mercaderes árabes.

Los colonos españoles y portugueses expandieron el cultivo del tamarindo entre las Islas del Sur del Pacífico, a Latinoamérica y al sur de Norteamérica.

En la actualidad es un fruto ampliamente comercializado en gran parte del planeta como: Asia, África, América del sur, América del norte, Australia y en casi todas las Islas del Pacífico.

Los principales productores de tamarindo son: India, Tailandia, México y Brasil, entre otros.

El árbol es de madera dura, hasta 20 m de altura. Hojas compuestas que alcanzan hasta 12 cm de longitud, formadas por 10-20 pares de foliolos relativamente pequeños (12-20 mm).

Flores pequeñas en racimos más cortos que hojas; estambres más largos que flores. Fruto en legumbre de 5-15 cm de longitud, con el mesocarpio pulposo, ácido, tabicado entre semillas, de alrededor de 1 cm.

Los frutos son comestibles de forma natural o en refrescos u otras preparaciones.

Las flores son nectaríferas y dan miel abundante y de buena calidad; proporcionan un colorante amarillo. La madera da un carbón de excelente calidad. La hojarasca presenta un alto valor forrajero.

Esta es una de las mejores frutas cubanas y aunque parezca increíble, es la más dulce de todas porque presenta una alto porcentaje de azúcares, y al mismo tiempo es la más ácida.

El sabor del ácido tartárico enmascara el dulzor de la fruta, pero su abundancia le confiere la propiedad de ser un excelente laxante y le da a la pulpa del tamarindo un peculiar e inconfundible sabor.

El tamarindo posee una gran cantidad de minerales, como calcio y fósforo, y algunas vitaminas como la B.

Gracias a su majestuoso porte, el tamarindo ha sido utilizado en los campos cubanos como cortina rompeviento.

Al sembrarlos juntos, para proteger las plantaciones de cítricos en la mayoría de los casos, forman un bello y espectacular paisaje campestre.

Tamarindo. Beneficios para la salud.

En esta fruta tropical se encuentran las vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B9, C y E, además del ácido fólico. Igualmente,se hallan presentes en él una serie de minerales como: zinc, sodio, potasio, fósforo, magnesio, hierro, cobre y calcio.

El tamarindo contiene una gran cantidad de antioxidantes y un fitoquímico llamado geraniol. Esta sustancia es estudiada por su importante participación en la supresión del crecimiento de tumores del páncreas.

La gran cantidad de antioxidantes, de vitamina E y complejo B presentes en él colaboran con la eliminación de los radicales libres del organismo, previniendo el envejecimiento prematuro celular y las enfermedades cardiovasculares.

También estimula la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Como el tamarindo es una excelente fuente de vitamina C, posee beneficios para: la reducción del nivel de glucosa en la sangre, prevenir el desarrollo de enfermedades bacterianas, reducir el nivel de colesterol y de la presión arterial y ayudar a la estimulación del sistema inmunológico, al fortalecer las defensas.

Por otra parte, pudiera tener cierta acción adelgazante gracias al aumento de la motilidad intestinal y a su contenido en fibra vegetal.

De este modo evita el exceso de grasas y azúcar de los alimentos al disminuir su absorción por ambos mecanismos.

Tiene acción antiinflamatoria y antiséptica, incluso cuando se aplica de forma tópica.

Tradición popular en Cuba.

El tamarindo es una de las frutas que más abunda en Cuba, y sus derivados son muy populares. Dentro de ellos, se destacan las pulpitas, bolas hechas a partir de la pulpa de tamarindo.

Una vez que la pulpa está libre de residuos, se mezcla con azúcar moreno y se pone a cocinar hasta que esté bien espesa.

Algo a considerar es que hay que moverla sin parar a fin de que la pasta no se pegue en el fondo de la olla. Cuando esté lista, se deja enfriar y, después, se hacen las bolitas del tamaño que uno quiera.

El paso siguiente consiste en servir un poco de azúcar en una bandeja y pasar las bolas por ahí; quedarán con el agridulce perfecto por dentro y completamente azucaradas por fuera.

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