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El Art-decó en Cuba preparó el camino para la entrada del ideal moderno.
El Art-decó es un estilo arquitectónico que surge luego de la Primera Guerra Mundial y que se introduce en Cuba en el año 1923.
Su proceso de desarrollo en la isla abarca hasta los años 40 y llega a Cuba proveniente de los Estados Unidos con la variante funcional del rascacielo y la influencia del racionalismo alemán representado por la figura de Mies van der Rohe y la Escuela de Chicago.
Por tal motivo, algunos estudiosos plantean que el Art-decó preparó el camino para la entrada del ideal moderno en Cuba, y con él, aquellos estilos constructivos que se corresponden con los valores éticos, estéticos, formales y funcionales del racionalismo y la modernidad.
Características del Art-decó
Las soluciones formales del Art-decó en Cuba fueron materializadas a partir de concepciones puramente geométricas De esta forma aparecen obras que toman como base el triángulo isósceles y en las que predominan el empleo de la línea recta y el sentido vertical de la composición.
Estos principios constructivos abarcan todos los planos y elementos de la construcción: pisos, techos, puertas, ventanas, lámparas, muebles y las fachadas.
Otros elementos a destacar son la apariencia volumétrica de la construcción y el empleo de elementos decorativos que se inspiran en lo africano y en lo azteca o precolombino.
El Art-decó y sus principales exponentes
El Art-decó en Cuba se expresa también en el diseño de la vivienda y le ofrece a la misma comodidad y funcionalidad, lo que para muchos estudiosos puede considerarse como el antecedente del condominio y su máxima expresión es el edificio López Serrano en la calle 11 entre L y M en el Vedado.
Este edificio ya incorpora bodegas, tiendas, carnicería, peluquería, barbería, en fin, un conjunto de servicios que preparan el camino para la aparición de los grandes edificios del Vedado moderno tales como el FOCSA, el Radio Centro y los llamados Retiros, entre los que se destaca el Retiro Médico.
Otra de las joyas del Art-decó cubano lo constituye, sin lugar a dudas, el edificio Bacardí, que se ubica justo detrás del Hotel Plaza en La Habana Vieja.
A diferencia del López Serrano que tenía un fin habitacional fundamentalmente, el Bacardí posee una función administrativa, lo que demuestra la multifuncionalidad de las soluciones arquitectónicas de este estilo.
El Art-decó fue eclipsándose paulatinamente y ya para la década del 50 se llega a la plena expresión del ideal moderno.
En su etapa final aparecen obras con elementos modernos que algunos autores denominan «monumental moderno», pero no son más que expresiones Art-decó influidas por la arquitectura fascista y el Brutalismo.
Dentro de estas obras se destacan el Hospital Maternidad Obrera, el edificio de San Lázaro y Soledad y la Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M. en Carlos III y Belascoaín.