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La Bodeguita del Medio un sitio a visitar en la Habana
La Bodeguita del Medio es uno de los sitios más emblemáticos y tradicionales de La Habana, visitado por diversas personalidades del mundo.
En 1942 el inmueble alojaba a una tienda de víveres propiedad de Ángel Martínez, quien allí vendía frituras y algunas bebidas. Entre los usuarios más asiduos figuraban varios intelectuales que acudían a una imprenta cercana y luego se reunían en el local, que fue por esto adquiriendo notoriedad.
La ubicación de las sedes ministeriales en La Habana Vieja incidían en la creciente demanda de establecimientos de venta comidas en la zona, de manera que, aunque la Casa Martínez normalmente no ofrecía semejante servicio, terminó por hacerlo, y se fue ampliando su carta de comidas y bebidas, lo cual garantizó que el número de comensales continuase en aumento.
La bodeguita del medio y el origen de su nombre.
En Cuba, casi todas las fondas (restaurantes modestos) y bodegas (pequeños mercados de vecindario) se hallaban estratégicamente situados en las esquinas o extremos de una calle.
Así, pues, no se trataba de una bodega cualquiera, sino de la bodeguita que estaba en el medio de una calle. De manera espontánea, con el paso del tiempo la bodeguita de Martínez, pasó a ser identificada como la “Bodeguita del Medio”.
Cuando el local pasó a ser restaurante, su dueño decidió conservar el nombre con el que los clientes ya habían bautizado su negocio.
En 1949 comenzó a trabajar en el local Silvia Torres, «la china», quien con su arte para cocinar convertiría el negocio en un éxito. El 26 de abril de 1950 el local se reinauguró oficialmente como la “Bodeguita del Medio”.
Sucedió que un día, al periodista Leandro García, asiduo del lugar, se le ocurrió poner su nombre en una de las paredes del establecimiento. Posteriormente otras destacadas personalidades imitaron el gesto de modo que poco a poco las paredes del restaurante fueron llenándose de rúbricas entre las que destacan las de Pablo Neruda, Agustín Lara, Brigitte Bardot, Errol Flynn, Ignacio Villa (Bola de Nieve), Ernest Hemingway, y Salvador Allende.
Hoy es ya tradición de que las personalidades que por ella pasen dejen una huella, un recuerdo, bien sea en forma de foto, objeto, o grafiti. El escritor norteamericano Ernest Hemingway llegó a plasmar en su paredes “My Mojito in La Bodeguita and My Daiquirí in Floridita”.
La Bodeguita del Medio, tiene unas once franquicias en diferentes países del mundo, abrió su primera réplica dentro de Cuba en el 2014 en un local ubicado en el balneario de Varadero. En la actualidad hay establecimientos con el mismo nombre en Argentina, Bolivia, México, Colombia, Venezuela, Alemania, Inglaterra o Gijón.
La Bodeguita del Medio en la actualidad.
La Bodeguita no ha dejado de tener, como solicitara Guillén en el soneto que especialmente le dedicara, el encanto supremo de un local relativamente pequeño, con un número reducido de mesas acompañadas de taburetes, en las que se puede saborear la comida criolla preparada por expertos culinarios con un sabroso menú típicamente criollo (frijoles negros, patas de cerdo, yuca con mojo, arroz blanco, chicharrones, tostones, etc.) y una bebida típica cubana como el Mojito.
La Bodeguita actualmente es visitada por numerosos turistas, de manera que constantemente se encuentra abarrotada de comensales, grupos musicales, curiosos y personas plasmando su firma.
Tratándose de un bar-restaurante en un local pequeño, quizás no sea el mejor lugar para disfrutar de una cena íntima, sin embargo La Bodeguita del Medio resulta uno de los lugares más pintorescos de Cuba y bien merece una vista, más aún teniendo en cuenta la frase popular de que “quien no toma un Mojito en La Bodeguita del Medio no conoce La Habana”.
Soneto Dedicado a la Bodeguita del Medio por Nicolás Guillén.
“La Bodeguita es ya la bodegona,
que en triunfo al aire su estandarte agita,
más sea bodegona o bodeguita
La Habana de ella con razón blasona
Hártase bien allí quien bien abona
Plata, guano, parné, pastora, guita,
Mas si no tiene un kilo y de hambre grita
No faltara cuidado a su persona.
La copa en alto, mientras Puebla entona
Su canción, y Martínez precipita
Marejadas de añejo, de otra zona
Brindo porque la historia se repita,
Y porque es ya la bodegona
Nunca deje de ser La Bodeguita”.