Cabezas contrapuestas del cacique Maniabo y Jibacoa

Cabezas contrapuestas del cacique Maniabo y Jibacoa
Cabezas contrapuestas del cacique Maniabo y Jibacoa

Leyendas mitológicas en la fuente de la creación artística de las Cabezas contrapuestas del cacique Maniabo y Jibacoa

En la Finca El Cornito, en la provincia de las Tunas, una escultura poco común contrapone las cabezas de dos importantes jefes aborígenes cubanos

Las leyendas y riquezas mitológicas atesoradas en Cuba son verdaderamente extraordinarias, en ellas sobresalen por su originalidad las de Las Tunas, que constituyen fuente inagotable para la creación artística y la expresión más genuina del arte cubano.

A finales del siglo XV e inicios del XVI resaltó en esta zona oriental, Capital de la Escultura Contemporánea de Cuba, una leyenda basada en las rivalidades tribales de dos caciques, Jibacoa, de Holguín y Amey, de Las Tunas.

Se cuenta que en la lucha por el afán de expansionar sus territorios y engrandecer su honor y devoción entre las demás grey de la época, quedó humillado el gran cacique Amey (Maniabon), perdiendo su valentía, prestigio y vergüenza ante los aborígenes de los terrenos circundantes.

Basado en esta leyenda aborigen, el prestigioso artista de la plástica José Antonio Fuentes se inspiró para realizar y emplazar una de las obras más simbólicas de Las Tunas, titulada “Figuras contrapuestas” o “Cabezas de indio”, en el año 1978.

Escultura de las Cabezas contrapuestas del cacique Maniabo y Jibacoa

En la provincia oriental de Las Tunas, en la Finca el Cornito, donde se desarrollan las Jornadas Cucalambeanas, una obra del artista de la plástica José Antonio Fuentes llama la atención de los visitantes.

La escultura se diseñó por inspiración del autor a partir de los versos del máximo exponente de la poesía bucólica del siglo XIX en Cuba, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, conocido como el Cucalambé, quien se refiriera a la leyenda sobre las diferencias entre los jefes indios Maniabo y Jibacoa.

En la obra, concebida a escala urbana, se entrelazan dos cabezas aborígenes que forman una sola estructura, hueca en su interior, y en cuyas paredes pueden leerse los versos del poeta.

Esta magnífica escultura se eleva hasta los cuatro metros de altura aproximadamente, resaltando a la vista de los visitantes por su riqueza creativa desde una elevación en las áreas del Cornito.

Valor estético y artístico de la escultura de le Cabezas contrapuestas del cacique Maniabo y Jibacoa

En esta obra de innegable valor artístico, el autor logró plasmar de forma original los objetivos propuestos de captar con fidelidad las principales características de la fisonomía aborigen: frente huidiza, nariz aguileña, pómulos salientes, labios prominentes y entrelazarla con la arista psicológica, dada a través de la dureza de la expresión.

El mérito fundamental de esta pieza consiste en el aporte tecnológico de emplear el ferrocemento con una solución novedosa.

Es una escultura que goza de la aceptación dentro de la población y se ha ido convirtiendo, con el decurso del tiempo, en un símbolo de Las Tunas.

José Antonio Fuentes, maestro del arte, en su obra evidencia la dedicación absoluta a su creación como una poética personal, en un sueño convertido en realidad.

Con hábiles manos esculpió y moldeó paso a paso lo que hoy resulta una muestra única del arte de las tres dimensiones, que permanecerá por siempre para beneplácito de las futuras generaciones.

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