Casa Natal de Celia Sánchez Manduley

Casa Natal de Celia Sanchez Manduley
Casa Natal de Celia Sanchez Manduley

Ubicación de la Casa Natal de Celia Sánchez

El Museo Casa Natal de Celia Sánchez Manduley constituye una de las joyas más preciadas del patrimonio cubano.

Es una vieja casona construida en 1908 y ubicada en Raul Podio No. 111, la calle principal del poblado costero de Media Luna, frente al Golfo de Guacanayabo, a unos 120 kilómetros de la ciudad.

Historia y descripción de la Casa Natal de Celia Sánchez

El inmueble, de arquitectura ecléctica, se asemeja al bungalow americano de la época. La casa la adquirió en el año 1913 el doctor Manuel Sánchez Silveira, cuando se casó con Acacia Manduley Alsina, y allí nacieron sus nueve hijos, entre ellos, Celia Esther de los Desamparados Sánchez Manduley, el 9 de mayo de 1920.

Recrea elementos de la arquitectura clásica, posee cubiertas de cuatro y dos aguas con colgadizos de tejas francesas, paredes trabajadas en tablas machimbradas y enchapadas con tabloncillo.

En su interior se encuentra un elemento divisorio, consistente en dos columnas circulares sobre un basamento de madera, que es lo más representativo de la arquitectura de ese período. El piso es de mosaico con variedad de diseño en su decorado.

En la fachada de la Casa Natal de Celia Sánchez Manduley se destaca una combinación de celosías trabajadas en forma de encaje al nivel de cornisa.

El corredor se levanta sobre un promontorio de hormigón donde aparecen los basamentos de las columnas. La carpintería es mayormente francesa y de cuarterones.

La baranda está trabajada con motivos simples que delimitan el área del portal.

La planta de la casa es de forma compacta, tiene un pasillo lateral, patio y traspatio con una hermosa jardinería y árboles frutales, que en aquella época limitaba al fondo con los márgenes del Río Vicana.

Allí vivió Celia los primeros 20 años de su vida, y fue allí moldeando su personalidad, al calor de los más nobles sentimientos patrióticos, en el contacto con la gente más humilde, sintiendo el dolor ajeno como el suyo.

En el año 1940 la familia se trasladó a vivir al poblado de Pilón y a partir de ese momento la casa tuvo diferentes inquilinos.

EL Museo Casa Natal de Celia Sánchez Manduley

En 1980, al morir Celia, por decisión del gobierno y Patrimonio Cultural, se inició la primera reparación capital del inmueble.

En el año 1983, como parte de la labor de generalización cultural, su casa fue elegida como sede del Museo Municipal.

El inmueble fue declarado Monumento Nacional el 27 de enero de 1990 y posteriormente, fue refundada la institución como Casa Museo el 9 de mayo del mismo año, con motivo del septuagésimo aniversario del natalicio de Celia.

Se exponen en la Casa Museo los objetos personales de la familia Sánchez Manduley, numerosos documentos y objetos de época que testimonian la activa participación de esta familia en la guerra de liberación nacional cubana.

La institución atesora 242 objetos pertenecientes a Celia, una de las colecciones más completas de Cuba, y exhibe en sus ocho salas el 75 por ciento de estas piezas catalogadas por expertos como de máximo valor. El memorial recibe cada año unos 12 mil visitantes.

Reparaciones de la Casa Natal

La edificación ha sido sometida a varias reparaciones capitales, la última de las cuales la hizo merecedora del Premio Nacional de Restauración en el año 2004, otorgado por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

La restauración y acabado de la obra fue reconocido por muchas personalidades como el Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana.

En documento legal fechado 16 de abril de 2004 se consigna que la restauración de la casona donde naciera Celia Sánchez, constituye un exponente de la arquitectura popular de madera, cuya fragilidad hace imprescindible decisiones de este tipo y por los valores vernáculos de una tipología doméstica cuyos ejemplos son cada vez más escasos.

Es así que al concebir el nuevo montaje museográfico el inmueble pasó a ocupar un lugar importante dentro del discurso museológico, como un elemento más de la exposición, destacándose por su elevado nivel de atracción.

La casa encierra una carga de influencia desde la perspectiva del uso que sus propietarios hicieran de ella y su relación imperecedera con la comunidad, así se ha convertido en un símbolo que irradia elementos inmateriales relacionados con sus valores, tanto arquitectónicos como históricos y patrimoniales.

Como símbolo además, recrea la existencia de costumbres, tradiciones e intereses en sentido general, de la que fue testigo presencial.

La hermosa tradición de ver y admirar esta casa como un lugar sagrado y de obligada visita para los que aman a Celia, se ha mantenido durante el decursar de los años.

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