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La Crisis de los Misiles o Crisis de Octubre y su historia.
La Crisis de Octubre o Crisis de los misiles, fue el conflicto político y militar entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba, durante el mes de octubre de 1962.
La paz mundial estuvo amenazada por este conflicto propiciado por la presencia de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano descubiertas por un avión espía estadounidense U-2.
El 15 de octubre de 1962 se descubriron los misiles y el 28 de octubre de ese mismo año se anunció el desmantelamiento y traslado de los cohetes de vuelta a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Aunque entre ambas fechas se comprende la llamada Crisis de los Misiles, no obstante se extendió casi hasta noviembre de 1963 en sucesivas minicrisis.
La Operación Anádir
La maniobra que se convirtió en el detonante de la Crisis de Octubre se llamó Anádir. Fue una operación militar secreta, realizada por la Unión Soviética, para desplegar misiles balísticos, bombarderos y una división de infantería mecanizada hacia Cuba.
El objetivo fue crear una fuerza capaz de prevenir y defender a la isla en caso de una invasión de los Estados Unidos.
El 29 de mayo de 1962 llegó a Cuba una delegación soviética que propuso al gobierno revolucionario instalar cohetes con carga nuclear, para evtar la invasión y fortalecer las posiciones del Socialismo en el mundo.
El general Issa Pliyev estuvo al frente del mando operativo de esta fuerza militar en Cuba.
Entre junio y octubre de 1962 llegaron a Cuba 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12, unas 45 ojivas nucleares, 42 bombarderos Il-28, un regimiento de 40 aviones caza MiG-21, dos divisiones de defensa antiaérea, cuatro regimientos de infantería mecanizada y otras unidades militares.
Se movilizaron alrededor de 47.000 soldados en total.
Nikita Jrushchov, Presidente de la URSS, ordenó que todo fuese realizado en absoluto secreto, a diferencia de Fidel Castro, quien solicitó publicidad.
También se dispuso la Operación Kama, para enviar cuatro submarinos soviéticos cargados con torpedos nucleares e instalar una base naval. Esta operación fue un fracaso, las naves soviéticas fueron detectadas por buques estadounidenses.
La Crisis en desarrollo
Al descubrir la instalación de las bases de los misiles por parte de un avión espía norteamericano, analistas de la CIA avisaron al presidente John F. Kennedy sobre las estructuras fotografiadas en Cuba todavía no operativas lo estarían en poco tiempo.
Esto se convirtió en una preocupación para el gobierno de EE.UU. por la cercanía al territorio estadounidense. Si ocurría algún conflicto dejarían sin respuesta a la defensa de EE.UU. y los sistemas de alerta temprana de batalla.
Así el 22 de octubre de 1962, Kennedy se dirigió a los estadounidenses a través de la televisión y habló por primera vez en público sobre establecer una cuarentena y un cerco naval alrededor de Cuba.
A partir del 23 de octubre se desplegaron barcos y aviones de guerra estadounidenses en el Mar Caribe para ejercer un auténtico bloqueo aéreo-naval.
Por su parte Nikita Jrushchov dirigió un mensaje a Kennedy al día siguiente donde enunciaba: «La URSS ve el bloqueo como una agresión y no instruirá a los barcos que se desvíen», pero los buques soviéticos disminuyeron la velocidad hacia Cuba y así evitar algún conflicto mayor y abrir negociaciones entre las partes.
Como consecuencia la Organización de los Estados Americanos (OEA) bajo presión por parte de Estados Unidos, impuso sanciones al gobierno cubano y estableció el bloqueo naval en una operación llamada Cuarentena para impedir la llegada por vía marítima de recursos que propiciarían el desarrollo de las bases mencionadas.
Las armadas ejecutaron una operación combinada. Participaron los destructores argentinos, Espora y Rosales, pasando a formar parte de la flota combinada estadounidense-latinoamericana Task Force 137 al mando del contraalmirante D. John A. Tyree.
Se integraron también los destructores venezolanos ARV D-11 Nueva Esparta y ARV D-21 Zulia, las fragatas dominicanas Santana y Luperón, el destructor USS Mullinix.
El sábado negro
Una guerra parecía avecinarse. El 26 de octubre el gobierno soviético envió a Washington D.C. un mensaje personal de Jruschov a Kennedy para llegar a un acuerdo: los buques soviéticos se retirarían si el gobierno estadounidense lanzaba una declaración pública renunciando a derrocar al régimen de Fidel Castro y ofreciendo no patrocinar ningún ataque bélico con ese fin.
Ese propio día Fidel Castro, desde La Habana, escribió un mensaje y solicita a Jruschov que en caso de una invasión de EE. UU., la URSS lanzara un golpe nuclear contra los EE. UU. aún al costo de desaparecer Cuba e iniciarse una guerra nuclear.
El sábado 27 de octubre de 1962, también llamado el sábado negro, la defensa antiaérea soviética activó por primera vez sus sistema de radares y derribaron el avión espía estadounidense tipo U-2, por un misil tierra-aire cuando espiaba el oriente de la isla de Cuba.
Negociaciones en La Crisis de los Misiles.
Esto aumentó más la tensión, pero ese mismo día Jrushchov propuso a Kennedy el desmantelar las bases soviéticas, estaba preocupado por la posibilidad de una acción unilateral cubana y así lo afirmó en la carta de respuesta el 28 de octubre en Cuba, a cambio de la garantía formal y pública de que Estados Unidos no realizaría ni apoyaría una invasión al territorio cubano.
Propusieron además el desmantelamiento por parte de Estados Unidos de sus bases de misiles nucleares ubicadas en Turquía y el retiro del Misil balístico de alcance medio PGM-19 Jupiter que mantenían en el sur de Italia.
Negociaciones secretas en Washington y en Moscú prosiguieron, excluyeron a Fidel Castro y el gobierno soviético se negó a realizar consultas sobre el tema con Cuba.
En los primeros días de noviembre, el espionaje aéreo estadounidense mostró al mundo los buques soviéticos que cargaban el armamento nuclear desplegado y que acreditaban el cumplimiento del acuerdo del 28 de octubre.
A finales de noviembre concluyeron los patrullajes navales alrededor de Cuba, y dos días después los rusos informaron a Cuba que la presencia militar soviética continuaría pero sólo dotada de armas convencionales, la Unión Soviética retiró todo su armamento nuclear y el Misil balístico de alcance medio de la isla.
Consecuencias de la Crisis de los Misiles
De este hecho además de las tensiones de todos los habitantes de las tres naciones involucradas en la crisis se suma el derribo de un avión norteamericano y el fallecimiento de su piloto.
Se creó el llamado teléfono rojo, una línea de comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin, para agilizar las conversaciones entre ambas potencias durante períodos de crisis y así evitar las demoras diplomáticas y subsanar los posibles malentendidos sobre el tema misiles nucleares.
También durante este breve tiempo aumentaron los conflictos políticos e ideológicos existentes entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Acontecimientos curiosamente oscuros
Los principales protagonistas no duraron mucho tiempo tras la crisis. El presidente de EE. UU., Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 y el líder de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, fue apartado de su cargo por el comité comunista el 14 de octubre de 1964.
La historia reconoce este acontecimiento como el momento más peligroso de la historia de la humanidad.