El boom de las escuelas de idiomas en Cuba
El boom de las escuelas de idiomas en Cuba no detonó con los anuncios del 17 de diciembre de 2014, no obstante, el anuncio del próximo restablecimiento de las relaciones entre La Habana y Washington parece haber acelerado la tendencia.
Cientos de miles de cubanos se lanzan a estudiar inglés. Unos porque quieren emigrar a Estados Unidos, Canadá u otro país anglosajón, otros porque esperan encontrar una plaza de trabajo en el sector turístico.
En muchas de las escuelas nacionales de idiomas las aulas son oscuras y las mesas se abarrotan. Las voces de los maestros se mezclan y todo el edificio parece una torre de Babel donde se oyen frases en inglés, alemán y portugués.
Apenas hay proyectores para mostrar los audiovisuales y los alumnos pasan muy pocas horas mensuales en el laboratorio para ejercitar la pronunciación y la comprensión.
Varios profesores privados se sitúan en las afueras del lugar para pescar en el río revuelto de la necesidad. La tarifa estándar para la enseñanza privada de idiomas depende del nivel del estudiante y de la intensidad del curso.
Practicar con los visitantes extranjeros que recorren las calles puede ser más barato, pero conlleva el riesgo de que los policías detengan al alumno ambulante por «molestar a los turistas».
La Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, que también ofrece cursos de inglés, se ha vuelto más atractiva con la distensión de las relaciones entre los dos países.
Las escuelas de idiomas en Cuba para todos los gustos y precios
Como dato curioso sobre las escuelas de idiomas en Cuba pudiera comentarse que en estos días el per cápita por habitante más grande del planeta en cursos de inglés lo tiene La Habana.
En las décadas de 1970 y 1980 funcionaban unas pocas escuelas estatales de idiomas de inglés, alemán, francés y ruso, entre otros. A mediados de los 80, el aprendizaje del inglés se suprimió en las escuelas cubanas.
Se adoptó el ruso, pero tuvo muy poca aceptación a pesar de que Radio Rebelde, trasmitía cursos de ruso.
Con la caída del Campo Socialista la enseñanza del inglés regresó a los programas escolares y con la apertura en 1994 del trabajo por cuenta propia cientos de profesores, intérpretes y traductores comenzaron a dar clases como una forma de ganar dinero y mejorar su estilo de vida.
Los precios oscilan y se pueden encontrar desde un peso convertible por clase hasta 3, 10 o 15 CUC mensuales en academias o viviendas bien equipadas.
Se pudiera decir que la furia por estudiar inglés en niños y jóvenes está motivada en gran medida por el deseo de muchos padres de preparar a sus hijos pensando en una futura emigración.
No obstante, saber inglés es imprescindible en el mundo de hoy. Ningún profesional que se valore, ya sea ingeniero, informático o especialista en las nuevas tecnología, etc., puede evadir el estudio del idioma inglés o simplemente corre el riesgo de quedarse rezagado.