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Aspectos generales sobre el Festival del Cine Francés en Cuba
Sin lugar a dudas el Festival del Cine Francés en Cuba es uno de los mayores eventos del séptimo arte francés de cuantos se realizan fuera de Francia.
Organizado por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), la Alianza Francesa, la Cinemateca de Cuba y el grupo francés Cinemania, este magno evento se lleva a cabo anualmente en el mes de junio y tiene su sede en La Habana aunque su programación se extiende a varias provincias de Cuba.
Este festival cinematográfico es único de su tipo en el mundo y surgió modestamente en 1996 con la proyección de un grupo de películas que se mostraban en el cine Charles Chaplin de la cinemateca cubana.
Como promedio de asistencia este festival suele convocar entre 60 mil y 100 mil espectadores aproximadamente en cada una de las ediciones anuales del evento y se ha convertido en un tradicional estímulo para francófilos y cinéfilos cubanos.
Realidades del Festival del Cine Francés en Cuba
Estas jornadas del Festival del Cine Francés en Cuba se convierten en una oportunidad única de acercar al público de la isla a los retos estéticos y a las expresiones culturales auténticas de una de las cinematografías más prestigiosas del mundo.
En este sentido la elección de Cuba como sede del evento no se realiza al azar, pues la isla, es quizás el país más cinéfilo de la región y las entidades francesas responsables del Festival reconocen a los cubanos como uno de sus públicos más fieles y entusiastas de este lado del Atlántico.
A esta consideración se le une el hecho de poder contar a lo largo de todo el país con numerosas salas de cine que poseen condiciones favorables para la exhibición.
Las particularidades del Festival del Cine Francés en Cuba
Uno de los atractivos del Festival del Cine Francés en Cuba es la diversidad de la oferta.
No se trata solamente de las películas de autor poco accesibles sino que en su cartelera figuran los mejores títulos de la filmografía gala de los últimos años, avalados en su mayoría por el circuito de festivales cinematográficos de Europa.
Incluye una gama entera de dramas, thrillers, comedias de época, cintas animadas, documentales y cortos de ficción que atestiguan la solidez del cine francés en ese terreno.
Nutridas delegaciones de cineastas franceses, actores, actrices, productores, directivos del instituto de cine y de televisoras francesas llegan cada año respaldando a este evento.
Otro atractivo importante para el público son las muestras retrospectivas y muestras homenajes a figuras relevantes de la cinematografía gala.
Especial mención merecen el ciclo Raices negras de la 7ma edición en 1999, integrado por películas africanas y de las antillas francófonas; las muestras homenaje a los cineastas Jacques Demy, en el 2008; Alan Resnais (2009) y a la actriz Sandrine Bonaire (2011).