Film La rosa blanca (Momentos de la vida de Martí)

Film La rosa blanca (Momentos de la vida de Martí)
Film La rosa blanca (Momentos de la vida de Martí)

Film La rosa blanca. Ficha técnica.

Año: 1954
Duración: 106 min.
País: Cuba
Director: Emilio Fernández, Íñigo de Martino
Guión: Emilio Fernández, Mauricio Magdaleno, Íñigo de Martino
Música: Antonio Díaz Conde
Fotografía: Gabriel Figueroa
Reparto: Roberto Cañedo, Gina Cabrera, Alicia Caro, Julio Capote, Dalia Íñiguez, Julio Villarreal, Raquel Revuelta, Andrés Soler, Rebeca Iturbide, Arturo Soto Rangel, Rafael Alcayde, Manuel Arvide, Antonio Bravo, Agustín Campos, Jorge Casanova, Felipe de Flores, Rafael Icardo, Miguel Inclán, Juan José Laboriel, Rodolfo Landa, Margarito Luna, Juan José Martínez Casado, Armando Martínez, Jorge Marx, Enrique Medina, Manuel Noriega, José Pidal, Fausto Pinelo, Pedro Martín Planas, César Pomar, Gaspar Pombo, Juan Pulido, Manuel Riera, Palma de Rivera, Arturo Robles, Nicolás Rodríguez, Santiago Ríos, Celestino San Gil, Jorge Solar, Rudy Suárez, Jorge Luis Calvo
Productora: Coproducción Cuba-México; Películas Antillas

Film La rosa blanca. Lugar del rodaje.

Se visitaron varios lugares hasta que el director y el productor de la película vieron la belleza y las características de las lomas de Nazareno, un pequeño poblado del municipio San José de las Lajas.

La película se rodó en las cercanías de la laguna El Calderón en las afueras de Nazareno.

Muchas fueron las personas de Nazareno involucradas en el rodaje de esta película, no solo en el apoyo a la filmación, sino, que también fueron partícipes de la misma trabajando como extras; siendo soldados, mambises, entre otros personajes de la trama.

Todavía en la actualidad existen personas en Nazareno que recuerdan estos hechos y pueden contar los detalles del mismo.

Información general.

El proyecto en torno a una cinta acerca de Martí venía desde la época de la presidencia de Carlos Prío Socarrás (1948- 1952).

Para la dirección de esa cinta se escogió al mejor realizador latinoamericano de entonces, el mexicano Emilio “El Indio” Fernández.

Y es ahí que surge la primera discrepancia por no ser cubano el director.

Por otra parte el guionista, Mauricio Magdaleno (quien habitualmente trabajaba con “El Indio” Fernández) era un reconocido especialista en Martí, al punto que escribió el libro Fulgor de Martí.

Y por su lado, Fernández ya había realizado en 1950 “Un día de vida”, homenaje a Cuba y Martí (dos de sus grandes amores) y donde la heroína del filme era la periodista cubana Belén Martí y casualmente la contraparte masculina era Roberto Cañedo, quien encarnaría al Apóstol en lo que fue finalmente “La rosa blanca”.

Del lado contrario a los ataques estaban los que preferían a que terminara la filmación para, sobre la base de los resultados, poder juzgar el filme.

Había errores, señalados incluso por Jorge Mañach, el más grande conocedor de la vida de Martí, y autor de la ya clásica biografía “Martí, el Apóstol”.

Pero eran más los aciertos, amén de salir en la cinta la carta a Manuel Mercado (debido a presiones de algunos de los productores cubanos) lo que constituía un acto de valentía política en la coyuntura de entonces.

Además, se destacaban los amores de Martí con Carmen Miyares de Mantilla.

De todos modos el régimen batistiano manipuló la ejecución de esta cinta en favor de sus intereses y su estreno, efectuado en el cine Radiocentro (hoy cine Yara) el 11 de agosto de 1954 se anunció del siguiente modo: “Estreno de gala, organizado por la Primera Dama de la República, Sra. Martha Fernández de Batista, a beneficio de la Casa de Beneficencia y Maternidad”. (Raúl Rodríguez, investigador).

El Film La rosa blanca fue una superproducción a un costo de $ 310,000.00.

En ella se utilizaron planos de archivo de la secuencia del baile de la película “Bugambilia”.

Para enfatizar el drama, el director insistió en matizar innumerables veces el momento previo a la caída de Martí en Dos Ríos, para la que el protagonista no permitió el uso de un doble.

José Martí, exaltado se dirige a montar en su caballo. Su ordenanza, Ángel de la Guardia, le grita alarmado: “Atrás, señor Presidente, atrás.”. Martí, decidido, lo encara: “Para Cuba no hay más que adelante.”.

Fue uno de los momentos más emotivos que se recuerdan del rodaje del filme. Lamentablemente, esa escena, por necesidades del montaje, no quedó en la versión definitiva de la película.

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