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Film La muerte de un burócrata. Ficha técnica.
Año: 1966
Duración: 85 min.
País: Cuba
Director: Tomás Gutiérrez Alea
Guión: Tomás Gutiérrez Alea, Alfredo del Cueto
Música: Leo Brouwer
Fotografía: Ramón Suárez
Sonido: Eugenio Vesa
Argumento: Tomás Gutiérrez Alea, en colaboración con Alfredo del Cueto, Ramón F. Suárez
Reparto: Salvador Wood, Silvia Planas, Manuel Estanillo, Gaspar de Santelices, Carlos Ruiz de la Tejera
Productora: Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica (ICAIC)
Género: Comedia | Sátira
Film La muerte de un burócrata. Sinopsis.
La película La muerte de un burócrata cuenta la historia de Juanchin, un cubano que debe lidiar con la burocracia tras la muerte de su tío.
El tío por ser “un proletario ejemplar” es enterrado con su carnet, pero su esposa no puede cobrar su pensión sin presentarlo.
Ante esto, su sobrino decide exhumar el cuerpo de su tío de manera ilegal, para después enterrarlo en el mismo cementerio.
Al regresar al cementerio con el cuerpo de su tío, los burócratas le dicen que no puede enterrar el cuerpo sin presentar un acta de exhumación.
Así, toda la película trata de cómo Juanchin intenta dialogar con la burocracia para poder enterrar a su tío, pero nadie lo escucha.
El señor Ramos, jefe del taller donde laboraba el personaje principal, se presenta como una figura de gran autoridad, hasta cierto punto paternal en la vida de Juanchin, pero aún así distante a los problemas que tiene que enfrentar su empleado.
Al final Juanchin termina perdiendo la cordura y matando al burócrata del cementerio.
«Un golpe de ataúd en tierra es algo perfectamente serio», escribió Antonio Machado, y lo es siempre que el cadáver no arrastre consigo sus documentos de identidad en medio de un remolino burocrático, porque entonces se desata el absurdo.
Esta película es una sátira social que disfruta denunciando un viejo mal, sus consecuencias y derivaciones, con el desenfado que caracteriza el humor criollo y caribeño.
Film La muerte de un burócrata. Premios.
– Premio Especial del Jurado, XV Festival Internacional de Cine, Checoslovaquia, Karlovy Vary, 1966.
– Seleccionado por los mejores créditos del año 1978. Círculo Dominicano de Críticos de Cine. Santo Domingo, 1979.
Crítica.
Todo un homenaje al género cinematográfico de la comedia.
Así se ensalza “La muerte de un burócrata” (1966), primer trabajo de gran reconocimiento para el cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea (1928 – 1996).
No obstante, no sólo de comedia vive el film, pues encierra en su haber una amplia y mordaz crítica al servicio administrativo del país, que bien podría extenderse de todas formas a cualquier lugar de la actualidad, donde expedir un simple papel legal puede convertirse en un auténtico calvario.
La historia se centra en Francisco J. Pérez, conocido también como el tío Paco.
Bueno, concretamente la historia gira en torno a su cuerpo, pues este trabajador de una fábrica de bustos del héroe revolucionario José Martí, cae accidentalmente en una de las máquinas y muere al principio de la película.
Con toda la buena voluntad, sus compañeros quieren enterrarlo con su carnet laboral, símbolo de su condición obrera.
Este honorable gesto traerá de cabeza a sus familiares. Para reclamar la pensión de viuda, su mujer deberá presentar dicho carnet.
Para conseguir el carnet, ella y su sobrino tendrán que solicitar una exhumación del cadáver.
Sobre decir que esta misión será una tarea tan imposible como la siguiente, pues si bien al final exhuman ellos mismos el cadáver y se lo llevan a casa, para volverlo a enterrar necesitan constar que ha sido exhumado, pero administrativamente no está presente esta condición. Toda una locura en blanco y negro.
“Muerte de un burócrata” recibió el premio especial del jurado del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary.
Es considerada no sólo una de las mejores obras del cineasta Tomás Gutiérrez, sino una pieza maestra de la cinematografía cubana, por saber idolatrar al género de la comedia clásica y por mostrar con veracidad y humor negro, las vicisitudes administrativas a las que los cubanos están sometidos diariamente.
En honor al clasicismo, varios films cómicos de culto son representados u homenajeados a lo largo de la película.
Con personajes totalmente clásicos y con diálogos muy adelantados a su época, la narración del “Film La muerte de un burócrata” nos trae una de las mejores experiencias kafkianas del cine cómico y una denuncia social plagada de humor negro con tintes autobiográficos, pues toda la historia narrada en el film, aunque no directamente trasladada, sí fue una experiencia muy similar a otra vivida por el director Gutiérrez quien, como venganza, decidió basarse en ella y crear, casi sin pensarlo, una obra de tan alto nivel creativo y simbólico.