Iroko. Información general.
Religión o Mitología: Yoruba
Nombres: Iroko, Aragbá e Iroké
Colores: Blanco
Sincretismo: Inmaculada Concepción País o región de origen: África
Venerado en África, América y Europa
Iroko. Características.
Iroko es un Orisha relacionado a los deseos, ya sean buenos o malos. Orisha del caminante, se consagra a través de Obbatalá. Iroko es el espíritu que vive en la raíz para algunos y para otros en el follaje de la Ceiba.
Todos los Orishas se veneran en Iroko, otro de sus nombres son Aragbá e Iroké. Se dice que se le hace rogación al pie de él durante un año para tener hijos y se le ofrece un carnero cuando nazca. También se dice que es un camino de Obbatalá.
Familia.
Este orisha es viejo y su pareja se llama Abomán y su hermana Ondó.
Ofrendas.
Se le realizan inmolaciones al pie de la Ceiba, a la que se le ata un paño rojo.
Las inmolaciones que se le realizan son de toretes jóvenes que aún no se hayan apareado, estos son paseados por los santeros, mientras llevan velas encendidas e inmolan gallina, gallos, pollos, pato y guanajos, todos blancos.
Es una preciosa ceremonia en el campo abierto que se traga los rezos como tierra reseca bebe agua; al final, el ceremonial asciende hasta el mismo cielo, vertiendo la sangre caliente del torete degollado en la tierra donde se agarran las salientes raíces de la Ceiba.
Aquella ceremonia de reconocimiento, atención, sumisión y petición, había principiado con una sencilla reunión en la que un Santero Mayor invocó a Iroko, según es la costumbre centenaria en el ilé Osha, diciendo:
Terewama Iroko. Iroko, Fumi Arere. Terewama Iroko, Arere Iyágguó.
Los rezos con Oriaté, y coro de hombres y mujeres, rompieron cuando los obínú, salidos del coco seco roto, anunciaron en sus cuatro masas blanquísimas, el alafia húmedo del agua bendita de sus entrañas; el choro chorochó mezclado en el otawe de las broncíneas caras, espejea las maniobras de las ofrendas menores, hasta que asciende el dramatismo en el degüello del Malú para culminar en la danza y toque a Iroko, donde se ve un bastón cubierto de preciosos collares en colores haciendo juego con una escoba adornada de cuentas rojas de Shangó y blancas de Obbatalá.
Bastón y Escoba representan dioses que bailan con los Olochas hasta el frenesí de la posesión corpórea de los Orishas, que se personifican así, para dar muestras de que han participado y están conformes en la alegría de sus hijos, que nada malo hacen en buscar la felicidad con un modo religioso que los ajusta.