Historia de la lucha contra bandidos en Yaguajay
La lucha contra bandidos se desarrolló en Cuba entre 1960 y 1966. El territorio de Yaguajay fue uno de los escenarios más notables de dicha contienda.
Precisamente, el bandidismo radicó su centro de operaciones en el Escambray, por lo que la máxima dirección de la Revolución decidió iniciar en noviembre de 1960 lo que se conoció posteriormente como la Limpia del Escambray.
La lucha contra bandidos en Yaguajay y en las demás regiones del país contó con más de 60 000 obreros milicianos, los cuales integrados en batallones de combate bajo la dirección del Comandante Dermidió Escalona encabezaron las operaciones militares contra los bandidos el 29 de noviembre de 1960.
A principio de 1961 proliferaron en Cuba las organizaciones contrarrevolucionarias, las cuales tenían como principal objetivo organizar la subversión interna.
De esta forma, se produjo la llegada también de su difusión disidente a través de Radio Suaw y de diversos libretos y propagandas destinadas para este fin.
Otros planes fueron subvencionados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), entre febrero y marzo de 1961. Aquí se orquestaron varios planes para apoyar la invasión a Cuba.
En este sentido fueron entrenados mercenarios en la Base de Guatemala y la Florida, los cuales desembarcaron por el este de la capital portando armas y equipos necesarios para realizar actos terroristas, entre los que sobresalen varios atentados contra dirigentes de la Revolución y en especial a la persona de Fidel Castro Ruz.
La lucha y sus principales acciones
La situación imperante por aquellos momentos en este territorio montañoso era muy difícil. De forma gradual se intensificaron las actividades contrarrevolucionarias y se organizaron bandas de alzados.
La lucha contra bandidos en Yaguajay y en general en la zona montañosa del Escambray se hizo cada vez más necesaria.
Estas bandas habían escogido la favorable situación geográfica del lomerío de la Sierra de Bamburanao y de todo el territorio montañoso, pues les permitía ocultarse fácilmente.
Algunos de ellos eran conocedores del territorio, ya que habían sido miembros del Ejército Rebelde y habían estado alzados en la parte norte de Las Villas.
Un caso relevante de estos alzados fue Arnoldo Martínez Andrades, natural de Mayajigua. A finales del 1960 algunos campesinos informaron de la existencia de bandas de alzados por la zona de Calienes.
Inmediatamente se establece la coordinación para realizar una operación de enfrentamiento contra tales bandidos. Esta operación fue encomendada por el Tte. Alberto Caña y el Tte.
Ricardo Zolán, los cuales fungían como jefes del escuadrón 37 en el antiguo cuartel de la tiranía. De forma rápida se toma la medida de cambiar para la zona de Calienes un grupo de revolucionarios vestidos de civil y con armas americanas.
Este grupo estaba formado por un jefe José Mario García López, un segundo jefe – Hornedo Medina Jorge – y 3 escuadras 1ra Miguel Medina Gazapo, 2da Renato Mesa y 3ra Rafael Luis Sánchez hasta completar 18 integrantes.
Esta unidad contaba con dos guías, uno nombrado José Antonio Quintanilla Rodríguez y el otro denominado José Ramón Téllez de Mayajigua.
Esta operación no rindió los frutos esperados porque se produjo la traición de un hijastro de José Ramón Téllez, que según información posterior había avisado al grupo de alzados donde estaba la emboscada. Este individuo posteriormente cumplió cárcel y se marchó luego a los Estados Unidos.