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Mango. Características.
El mango está reconocido como uno de los 3 ó 4 frutos tropicales más finos. Es una fruta que se obtiene del árbol del mismo nombre.
Tiene forma ovalada, con la piel no comestible y color variable de amarillo pálido a rojo intenso.
La pulpa es pegajosa y su coloración también varía, desde amarillo a anaranjado.
El sabor del mango maduro es dulce, y bastante ácido cuando aún está verde.
Es una fruta jugosa y fibrosa, y poseen un hueso interior.
Su tamaño varía entre 5-20 cm de longitud, con un peso de 300-400 g, llegando algunas piezas a alcanzar más de un kilo.
Por su extraordinario sabor, aroma, color y textura resulta ideal para consumir solo, en macedonias, elaborar sorbetes, tartas y mermeladas, mezclar en ensaladas e incluso cocinar como condimento de carnes y pescados.
Las temperaturas óptimas de conservación para este tipo de fruta son los 13ºC para mangos maduros y verdes, así como las humedades relativas óptimas oscilan los 90-95%.
Mango. Beneficios para la salud
El mango es rico en vitaminas A y C, y también contiene fitoquímicos con propiedades que ayudan a reducir la incidencia del cáncer.
Entre éstos se encuentra la luteína. La luteína se encuentra concentrada en una región específica del ojo (el macular), por lo que una dosis elevada puede proteger contra procesos degenerativos de la edad en este órgano.
Estudios epidemiológicos indican que el cáncer de estómago es menos frecuente en aquellos cuya dieta es rica en vitamina C.
También se indica que la capacidad antioxidante de la vitamina C puede brindar protección contra otros tipos de cáncer e intensificar las funciones inmunológicas.
Una dieta rica en frutas y hortalizas, en la cual se encuentra el mango, puede reducir el riesgo de contraer enfermedades en general.
Por su riqueza en vitaminas A y C, el consumo de mangos constituye una buena medida de prevención de escorbuto y un eficaz remedio de las afecciones de la piel, mucosas y vista, normalmente debidas a carencias de vitamina A.
Su contenido en hierro le confiere propiedades reconstituyentes, siendo muy útil para el tratamiento de anemias y todo tipo de afecciones de la sangre.
Su bajo contenido en grasas, sodio y calorías, hace que esté indicado en dietas de adelgazamiento e hipertensión, siendo además una fruta de fácil digestión.
Recolección de mangos.
La producción de un árbol de mango es muy elevada.
Como término general, para un ejemplar de tamaño medio puede calcularse un rendimiento de 200 kilos, llegando normalmente algunos árboles a cargar más de 1000 kilogramos de fruta.
Esto supone unos 30.000 – 40.000 kg/ha.
Para uso casero, los frutos se pueden dejar en los árboles hasta que están completamente maduros.
La cosecha en las plantaciones comerciales necesita de gran cuidado en la selección de los frutos que están maduros, pero que no han empezado a cambiar su color verde.
Quizá el método más seguro que se puede aplicar consiste en cosechar unos cuantos frutos al principio de la temporada, tan pronto como su color verde empieza a aclararse y permitirles que maduren en un lugar fresco y bien ventilado.
Si se convierten en comestibles más o menos en 10 días, la cosecha está lista para recolectarse.
Los frutos de mango requieren más o menos de 105 a 130 días desde el amarre del fruto hasta su plena madurez.
Los frutos tras su cosechado se deben mantener frescos pero no fríos y empacados en capas delgadas en cajas ventiladas de cartón corrugado o de madera cuyo fondo tenga un material esponjoso, con el fin de que no sufra ningún golpe, ya que de suceder esto, se estropearía rápidamente.
Tradición popular en Cuba.
La India aportó a la agricultura cubana el mango y llegó a Cuba a inicios del siglo XIX, según el científico cubano Juan Tomas Roig.
Incluso alguna variedad, como el bizcochuelo, llego a principios del siglo XX. Se consume a cualquier hora del día y tiene múltiples formas y variedades.
Los mangos del Caney tienen fama histórica en el país y en el mundo, donde se conocieron a través de la canción pregón de Félix B. Caignet: “Frutas del Caney”.
Se consume en jugo, batidos y variados dulces… pero no hay nada más delicioso que comerse un rico mango, sin preocuparse por embarrarse manos, boca, cara…