El Monumento al Cimarrón

El Monumento al Cimarrón
El Monumento al Cimarrón no resulta un homenaje cualquiera, sino que constituye una verdadera obra de arte de colosales dimensiones y cuya autoría correspo

Datos generales sobre el Monumento al Cimarrón.

El Monumento Cimarrón se encuentra en la localidad de El Cobre, localidad situada a unos 22 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, que es un lugar de vital importancia para la religiosidad de la isla por albergar dos centros de culto de gran valor para practicantes de la fe católica y yoruba de origen africano.

Para beneplácito de Roma, en esta localidad se alza el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, la Santa Patrona de Cuba.

Este templo es el más visitado entre los de su tipo en el país y recibe cada año a decenas de miles de fieles y también a curiosos. Igualmente, para los descendientes de los negros traídos de África reviste gran significado, porque a su alrededor se extiende la denominada “Ruta del esclavo”.

El Monumento al Cimarrón forma parte de la «Ruta del Esclavo», un proyecto de la UNESCO que tiene como fin dar a conocer las causas y consecuencias del fenómeno de la esclavitud en la mayor de Las Antillas.

Por lo general, el vocablo cimarrón se utilizó en el continente americano durante la época colonial para denominar a los esclavos que optaban por escapar de la severa explotación a que eran sometidos.

El Monumento y sus particularidades.

El Monumento al Cimarrón no resulta un homenaje cualquiera, sino que constituye una verdadera obra de arte de colosales dimensiones y cuya autoría corresponde al destacado artista Alberto Lescay, un consagrado de las artes visuales cubanas que goza de reconocimiento internacional por las singulares características que definen su trabajo.

Impresionante a la vista, tanto que se puede apreciar desde muy lejos, el cimarrón de Lescay es una pieza de casi diez metros de altura, moldeada en bronce y otros metales reciclados.

Quedó instalada en la cima del promontorio en 1997, hasta donde se puede acceder subiendo más de 300 escalones. La pieza no puede ser encasillada en estilo alguno, simplemente es una obra de Lescay.

Sobre todo, trasciende dentro de su catálogo por el valor simbólico que resguarda para los fieles de las religiones de origen africano.

La figura es una simbiosis de elementos propios de tales creencias y que de modo general representa a un esclavo libertado por su propia voluntad, por su propia fuerza, con la mano extendida hacia el cielo.

Para los conocedores, el monumento es visto como un punto de escala y reflexión sobre el valor que en todos los tiempos tiene la resistencia y la rebeldía frente a las acciones de opresión y las injusticias.

La Fiesta del Fuego y el Monumento.

En los primeros días de julio y coincidiendo con la “Fiesta del Fuego” los practicantes de las religiones afrocubanas celebran varias ceremonias y ritos mágico-religiosos en el Monumento al Cimarrón, para de esta forma rendir tributo a sus ancestros.

El lugar es toda una atracción realmente, pues asisten a la ceremonia de “Homenaje al Cimarrón” cientos de turistas motivados por las peculiares características de estas escenas, que transmitidas de generación en generación conservan aún sus cantos originales, entonados en las lenguas que hablaban aquellos primeros africanos arrancados de sus tribus originales y traídos hasta tan lejos.

El Monumento al Cimarrón es, sin dudas, una gran obra de arte y se constituye en un símbolo que reconoce el dolor de los esclavos, que forma un conjunto bien pensado junto a otros elementos que integran la llamada “Ruta del Esclavo”.

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