Monumento a Máximo Gómez

Monumento a Máximo Gómez
Monumento a Máximo Gómez

Desde su altura, el Monumento a Máximo Gómez, situado en la rotonda del Túnel de La Habana, parece proteger la ciudad.

En mayo de 1916 se convocó a un concurso de carácter internacional para elegir el proyecto de monumento para rendirle homenaje al General Máximo Gómez.

El Congreso de la República aprobó un presupuesto de 200 mil pesos para la ejecución del monumento.

En las bases del concurso se estableció que el monumento tendría que responder a las exigencias de las esculturas ecuestres: al tratarse de un prócer extranjero, debía estar mirando al mar y como Gómez había fallecido de muerte natural, el caballo debería tener todas sus patas apoyadas en el suelo.

La convocatoria estuvo abierta hasta 1919, y se presentaron cuarenta concursantes.

El jurado optó por el diseño del casi desconocido Aldo Gamba, un joven italiano que carecía de una producción importante que lo avalara para tal consideración, hecho que motivó acaloradas polémicas. No obstante, la decisión del jurado prevaleció.

La culminación de la obra estaba prevista para el año 1925, pero la misma se vio en riesgo debido a la indolencia de los diferentes gobiernos durante la crisis económica y política de esos años.

Por fin, después de casi veinte años de lanzada la idea inicial, el majestuoso monumento fue inaugurado el 18 de noviembre de 1935, en el aniversario 99 del natalicio del Generalísimo, en su emplazamiento de la Avenida del Puerto en un solemne acto.

Años después, el parque que rodeaba la estatua fue modificado y perdió parte de su extensión original debido a la construcción del Túnel de La Habana.

Descripción del Monumento a Máximo Gómez

El conjunto escultórico se concibió con una gran monumentalidad, a partir de una composición piramidal de carácter eminentemente clásico y combinando grupos en mármol blanco y bronce.

El cuerpo arquitectónico principal del monumento se apoya sobre una gran plataforma, con tres gradas escalonadas que ascienden a ella y que se extienden hacia el frente formando unos estanques de agua.

El zócalo del Monumento a Máximo Gómez.

El monumento a Máximo Gómez posee un enorme zócalo cuadrangular cuyas fachadas laterales están adornadas de bajorrelieves continuos que sirven de alegoría de los sacrificios del pueblo por una patria libre.

Una de las escenas laterales perfila una procesión de mujeres con sus hijos en brazo como si estuviesen prestas a entregarlos a la causa libertaria.

En la otra escena se pueden apreciar figuras campesinas que ofrendan sus bienes y frutos a la lucha.

Los semblantes de ambos grupos denotan: “actitudes serenas y dolientes. Las figuras de estos bajorrelieves están ataviadas de forma clásica, con túnicas.

El aporte y sacrificio del pueblo cubano consagran a la Aurora Nacional, simbolizada por otro altorrelieve en la parte frontal de la base.

Allí se abre un arco triunfal en forma semicircular. De la arcada surgen en tropel los briosos caballos del sol, hechos en bronce, símbolos del avance de la nación hacia la libertad y la prosperidad.

El interior del basamento alberga el mausoleo que contiene los restos mortales del guerrero. A esta cripta se llega por la parte posterior de la base, mediante una puerta de bronce que se abre entre columnas.

Una imagen de la Patria en forma de matrona sedente figura sobre la puerta de bronce en custodia de la cripta del prócer.

La base del templo del Monumento a Máximo Gómez

Este segundo cuerpo del monumento está configurado por altorrelieves que representan la Libertad Cubana. La marcha triunfal del pueblo es dirigida por una imagen de la Victoria con sus alas abiertas.

En su diestra yergue la antorcha encendida de la paz y la libertad, mientras que con la izquierda esgrime un ramo de olivo. Recios desnudos masculinos avanzan a pie y a caballo tras la Victoria (inspirada en la Victoria de Samotracia).

Ellos representan al ejército libertador. Tras de ellos desfilan mujeres y niños con flores y agasajos en celebración del triunfo.

El templo del Monumento a Máximo Gómez

Encima del cuerpo central del monumento, Gamba erigió el Templo de la Patria.

Este templo es rectangular, y está sostenido por catorce columnas dóricas de mármol blanco. Una llama eterna evoca la memoria del héroe desde un ara en el seno de la columnata.

La estatua del Monumento a Máximo Gómez

Sobre este pedestal y rematando el conjunto está la estatua ecuestre del General Gómez, quien lleva uniforme de campaña, con un sable en el cinto y un sombrero en la mano derecha. Su corcel está plantado sobre sus patas con la cabeza y el cuello extendidos hacia el frente.

El General contempla el horizonte denotando su orgullo por la gesta librada en pro de la independencia.

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