Museo de Arte de Gibara

El Museo de Arte en Gibara, Holguín, es una institución que guarda una amplia colección de piezas pertenecientes a los siglos XIX y o XX. Destacan las de cristal, cerámica, muebles de estilo y esculturas, provenientes mayormente de Francia, Inglaterra y Alemania. Fue inaugurado el 25 de julio de 1972.
El Museo de Arte en Gibara, Holguín, es una institución que guarda una amplia colección de piezas pertenecientes a los siglos XIX y o XX. Destacan las de cristal, cerámica, muebles de estilo y esculturas, provenientes mayormente de Francia, Inglaterra y Alemania. Fue inaugurado el 25 de julio de 1972.

El Museo de Arte en Gibara, Holguín.

El Museo de Arte en Gibara es una institución que guarda una amplia colección de piezas pertenecientes a los siglos XIX y o XX. Destacan las de cristal, cerámica, muebles de estilo y esculturas, provenientes mayormente de Francia, Inglaterra y Alemania. Fue inaugurado el 25 de julio de 1972.

Se encuentra ubicado en Independencia número 19 entre Luz Caballero y J Peralta, en su planta alta y es a la vez una de las construcciones domésticas de estilo neoclásico más significativas de la segunda mitad del siglo XIX en el territorio.

Historia y características del Museo.

El inmueble que ocupa hoy el museo fue la vivienda del arquitecto Atanasio González de Riancho y a fines del siglo XIX pasó a manos del millonario gibareño José Beola y Valenzuela.

Único de su tipo en el oriente de la isla, el Museo de Arte en Gibara, expone muebles, jarrones, vasos decorativos, lámparas, juegos de tazas para té y café y otros objetos utilitarios.

Tiene 14 salas de exposición y en sus almacenes, se guardan más de 2 mil 200 objetos. En el vestíbulo se exhiben dos obras del pintor local Juan Vecino Mayo, de 1929 y 1942. También hay varias esculturas de cera perdida, resalta entre ellas una figura femenina que representa a la diosa de la Fortuna.

El Salón del Museo de Arte de Gibara

El Salón principal nos regresa al estilo medallón. Allí se muestran varios muebles como el piano de cola firma Pleyel, instrumento muy utilizado en la casa cubana para amenizar fiestas y tertulias familiares.

Está el sillón de los enamorados, diferentes piezas de cerámica alemana, austriaca y francesa.

Cuatro arcos de vidriera policromada, considerados lo medios puntos más grandes de las provincias orientales, aportan una singular belleza a este salón, se exponen muebles cubanos de la primeras décadas del siglo XX, varias esculturas de bronce y mamparas con estampas de países europeos son elementos que lo distinguen.

Las paredes están decoradas con motivos florales rosados y el mobiliario manifiesta la calidad de la ebanistería cubana del periodo decimonónico. Destaca el lavamanos de madera, mármol y cerámica italiana.

El vestíbulo

En el vestíbulo se exhibe una lámpara de cristal veneciano, jarrones, un juego de sala estilo perillita, lámpara de techo de cristal veneciano, jarrones, pedestales de exótica decoración y motivos mitológicos.

Sala dormitorio

La Sala dormitorio de Señora está ambientada con diversos estilos. El armario cubano del siglo XIX inspirado en el Rococó es uno de los objetos que destacan. También destacan el juego de aseo de opalina y la cama de bronce.

Sala de estar

En la Sala de estar de caballeros hay un juego de muebles de la firma austriaca Thonet, un florero con la técnica desdorado y decoración floral realizada a mano, así como objetos de uso masculino.

La biblioteca del Museo

La biblioteca de la institución pone a disposición del público una amplia colección donde se guardan las Actas de las Cortes Constituyentes de España, que pertenecieron al vicecónsul de dicho país en Gibara.

Otros ejemplares allí presentes son La divina Comedia ilustrada con grabados de Doré, dos ediciones del Quijote, entre otras obras de la literatura universal editadas en el siglo XIX forman parte de la misma.

La Villa Blanca de los Cangrejos se ve retratada a través de vitrinas y espacios que a su vez guardan utensilios pertenecientes a familias acaudaladas de la época.

Representativo resulta el vaso decorativo del estilo Art Nouveau, el cual está hecho de arcilla y representa tres ninfas que se sumergen en un torbellino.

La obra se caracteriza por las líneas curvas, sensación de movimiento y las referencias a la naturaleza y es la única pieza registrada en un museo de Cuba con estas características.

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