El Museo Casa de la Obra Pía

El Museo Casa de la Obra Pía
El Museo Casa de la Obra Pía

El Museo Casa de la Obra Pía exhibe una hermosa colección de artes decorativas que representa el modo de vida de la aristocracia habanera del siglo XIX

El Museo Casa de la Obra Pía, en La habana Vieja, fue fundado el 16 de noviembre de 1983.

La casa, al igual que la calle, deben su nombre a la obra pía realizada por el alcalde y regidor del ayuntamiento habanero, Don Martín Calvo de la Puerta, de una de las más viejas familias de la capital, quien en 1669 dejó en su testamento 102 mil pesos para dotar a cinco huérfanas cada año, dinero que les servía para casarse o entrar en un convento.

La edificación que le sirve como sede fue construida hacia 1648 y constituye uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura doméstica habanera.

Se trata de una residencia amplia, fresca, muy iluminada y con balcones a la calle, una casa que conserva mucho de su estilo original. Está influida por la arquitectura del sur de España con elementos barrocos.

El pórtico, coronado con el escudo familiar, es único en la ciudad. Tras años de hacinamiento y deterioro como casa de vecindad, a finales de la década del 60 se iniciaron las excavaciones arqueológicas en el inmueble. El proceso de restauración no inició hasta 198 y concluyó en noviembre de 1983.

Refuncionalizada como casa-museo, desde el año 1994 la Hermandad de Bordadoras y Tejedoras de Belén tiene su sede en la institución.

Las salas de exposiciones del Museo Casa de la Obra Pía

El Museo Casa de la Obra Pía cuenta con 9 salas de exposiciones permanentes y una sala para las muestras transitorias.

En ellas se puede apreciar el modo de vida de la aristocracia habanera del siglo XIX, a través de diversas colecciones de objetos de artes decorativas como porcelanas, óleos, piezas de biscuit, cristalería, tapices, esculturas de mármol, alabastro, calamina o bronce.

También se exponen objetos utilitarios, mobiliario, objetos personales y piezas arqueológicas.

Capilla del Museo Casa de la Obra Pía

El mobiliario que caracteriza esta sala es religioso: reclinatorio, crucifijo, columna salomónica, pila de agua bendita, cómoda de sacristía, candelabro, además de verdaderas obras de arte en marfil y madera, óleos con temas religiosos.

Sala aledaña al comedor Museo Casa de la Obra Pía

Se muestra una colección de piezas de vajillas de porcelana francesas, que pertenecieron a diferentes familias cubanas del siglo XIX. También se expone una muy fina lencería en manteles, portavasos y servilletas.

Sala ambientada del Museo Casa de la Obra Pía

Una costumbre relacionada con ese gabinete es la confección de labores de tejido y bordado por parte de las mujeres. También se acostumbraba a fumar o leer.

Destacan piezas como las escupideras, y se encuentran trabajos manuales como los llamados ramilletes de novias realizados por monjas de clausura, abanicos, muestrarios de bordados, costurero, obras pictóricas, entre otros objetos de valor.

El Museo Casa de la Obra Pía y su Salón principal

La sala exhibe una variedad de pinturas al óleo, valiosos objetos tanto cubanos como importados de las más afamadas fábricas europeas de porcelanas.

Abundan en la sala junto al biscuit y la cristalería de bacará, magníficos muebles de medallón cubanos, tallados con motivos vegetales en caoba o palisandro, jugueteros, cómodas barrocas, consolas, candeleros de cristal con guardabrisas tallados, grabados o de plata.

Galería planta alta

Compuesta de grandes corredores con cubiertas donde se muestran esculturas de mármol sobre pedestales del siglo XIX. La sucesión de columnas y arcos de medio punto permite apreciar los valores de la más auténtica arquitectura colonial cubana.

Sala de arqueología y pintura mural

El Cuarto de los Misterios se encuentra ubicado en la azotea de la casa. Aislada de los barracones de la servidumbre, hasta hoy es un enigma su uso original.

Dividido en dos salas de exposición permanente, en las paredes de ese recinto fueron halladas varias pinturas murales con figuras que representan a la Justicia, el Juicio de Salomón, un sátiro y Ceres.

Dormitorio

Presenta la intimidad de las habitaciones privadas de una adinerada familia del siglo XIX.

Como es característico en las casonas coloniales cubanas, en la planta alta, que era donde transcurría realmente la vida de la familia, cada miembro poseía su habitación; se destaca la del dueño, por el balcón esquinero.

Salón comedor

Ambientado con mobiliario cubano de la primera mitad del siglo XIX, las paredes están decoradas con gran diversidad de platos que pertenecieron a familias de esa época, y que fueron realizados en porcelana y mayólica.

Se aprecian, además, licoreras, vajillas y juegos de cubiertos, grabados con escudos nobiliarios, monogramas, coronas, yelmos y otros motivos que mostraban la categoría del dueño.

Salón chino

En tiempos remotos llegaron al continente americano gran cantidad y variedad de productos asiáticos, de ahí que la sacarocracia criolla tuviera la costumbre de adquirir piezas raras y exóticas, ya fueran de porcelana China, cerámica, cuarzo, marfil, entre otras.

En ese salón se exponen muebles japoneses del siglo XIX de madera preciosa con incrustaciones de nácar, adornos de cerámica, loza y porcelana, así como pinturas al óleo.

Sala permanente Retorno a la semilla

Rinde homenaje al novelista cubano Alejo Carpentier. El mobiliario que se muestra, de Estilo Imperio Francés, es el que originalmente utilizó el escritor en su oficina de la Embajada de Cuba en Francia.

Se exhibe un sobretodo usado por él, el automóvil VW que rodara en París, fotos, afiches, grabados y numerosos títulos de su autoría.

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