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El Ron de Cuba, un regalo al paladar.
Al visitar Cuba muchas personas vienen en busca del sol, del calor, de las playas con arenas blanquísimas, pero otros prefieren dar gusto al paladar con el ron, una bebida que prestigia a la mayor de las Antillas.
Para hablar del ron es necesario saber queel primer intento llegó con el aguardiente obtenido de la caña de azúcar, que a su vez llegó con Cristóbal Colón, el Almirante, en su segundo viaje a América en 1493.
La caña procedente de Islas Canarias se adaptó muy fácilmente al clima y a la tierra de Cuba, aún virgen y poco cultivada. Fueron los aborígenes los primeros en descubrir cuánto podía hacerse con ese fino tallo.
Primero obtuvieron el jugo, después con el asentamiento español y la construcción de trapiches, refinerías y los ingenios multiplicaron la producción y los resultados.
El ron, subproducto de la caña, se obtuvo de manera artesanal y poco a poco, al resultar un excelente negocio, poco a poco se produjo en pequeñas fábricas hasta llegar a producciones ilimitadas y variedades para escoger.
A más de 500 años de la llegada a Cuba de la caña y con todo el proceso que conllevó a obtener rones exquisitos, la bebida permanece en el gusto de cubanos y extranjeros. Preside importantes y pequeñas celebraciones, encuentros amorosos y otros momentos de la vida.
Conocer su historia, los tipos de ron que se producen en Cuba y dónde puedes encontrarlos puede facilitarte momentos de esparcimiento al visitar la isla.
Orígenes del ron de Cuba.
Muchas historias rodean el surgimiento de esta bebida universal. En el Caribe de manera específica se dice que fueron los corsarios y piratas los primeros en fabricarlo. En sus constantes ataques para obtener botines, lo guardaban como una joya más, por allá por 1650 le llamaron rumbillion.
Más adelante durante el siglo XVI con la llegada de los negros africanos la historia continuó. Los esclavos fermentaban la yuca y el maíz, a esta bebida la llamaron guarapo.
Pero luego con el trabajo en los campos de caña, se percataron que el dulce jugo obtenido de la caña y luego fermentado, proporcionaba un fuerte licor.
Primeramente lo obtuvieron de forma rudimentaria y luego a través de los trapiches. El primitivo guarapo se transformó en alcohol y de ahí surgió el aguardiente.
El aguardiente tenía un fuerte sabor y olor. Era una bebida muy apreciada porque tras una noche de bebida no aparecía el temible dolor de cabeza, característico de la resaca.
Destilaron una y otra vez y entonces llegó el ron que hasta el siglo XIX no encontró la calidad necesaria ni la competencia para ser escogida como una bebida de excelencia.
El secreto del Ron cubano lo guarda el Maestro.
Los Maestros Roneros.
El ron Cubano tiene su historia, la caña también, pero tras la elaboración de esta importante bebida están los Maestros Roneros, especialistas en encontrar el bouquet, el olor, el grado y el añejamiento necesarios para que el ron tenga la calidad que se requiere.
Los maestros roneros guardan los secretos más antiguos de la industria y no sólo tienen conocimiento de la parte técnica, sino que conocen a fondo las materias primas.
Seleccionan e identifican lo necesario para lograr un mejor producto y hasta se atreven a incursionar en mejoras tecnológicas con diseños de equipos para que la calidad sea palabra de orden y se obtenga un ron natural y que enamore el paladar.
Quizás nos adelantamos un poco al mencionar el Ron Havana Club, pero es necesario para presentar a su maestro ronero. Su nombre es José Navarro, un santiaguero de origen, ingeniero químico y quien ha dedicado muchos años de su vida a la industria ronera del país.
El reafirma que cada maestro ronero debe conocer los toneles, las materias primas y que más allá de los secretos y fórmulas, hay que apegarse a la cultura, conocerla y llevarla como una bandera.
Tres importantes rones de Cuba.
La destilación del aguardiente una y otra vez y la obtención del ron con mucha más calidad y aceptación propiciaron el surgimiento de las destilerías y las diversas marcas.
Aparecieron destilerías en Cárdenas, Santiago de Cuba, Cienfuegos y La Habana y varias marcas se impusieron en Cuba y el mundo, entre ellas, Matusalem, Jiquí, Bocoy, Campeón, Obispo, San Carlos, Albuerne, Castillo, Bacardi y el más famoso, el Havana Club.
Ron Matusalem.
El ron Matusalem nació en 1872. Los hermanos españoles Benjamín y Eduardo Camp, junto a Evaristo Álvarez, se propusieron crear el ron más suave y de alta calidad hasta ese momento.
Lo primero fue abrir la destilería e inspirados en la forma de elaborar el coñac y el brandy, inventaron una fórmula, que pasó de generación en generación en absoluto secreto.
Le nombraron Matusalem, como el personaje bíblico reconocido por sus muchos años y en este caso haciendo alusión al añejamiento. Recibió los máximos honores en 1881, 1904 y 1911 respectivamente, y todo ello también se relaciona con la historia de la región.
Se reconoce como el ron de la época dorada de Cuba. La Ley Seca en Estados Unidos entre 1929 y 1933, atrajo al turismo norteamericano en una etapa donde La Habana era considerada «el París de las Américas» por sus espectáculos y fiestas.
Matusalem en litigio.
1959 trajo consigo el exilio de la familia productora y dueña de la Compañía y comenzó la lucha por el control de la marca. En la década de 1990, el Dr. Claudio Álvarez , bisnieto del fundador, litiga para recuperarla y un acuerdo extrajudicial cinco años más tarde le otorga el control de la misma.
A partir de esa fecha la producción se centra únicamente en la elaboración de variedades Premium. Se produce bajo los más altos estándares y se embotella en República Dominicana, conservando la fórmula original. En 2002 Matusalem fue relanzado como una gama de rones de alta calidad.
Pero nunca se olvida que fue en Santiago de Cuba donde se creó y a tantos años, más de 140, sigue siendo un referente mundial por su calidad y excelencia.
Ron Bacardi.
El Ron Bacardí es otro de los creados en Santiago de Cuba. En 1862, los hermanos Bacardí compraron una de las destilerías de la ciudad y adoptaron al murciélago como símbolo de sus rones.
Al principio vendían el ron envasado en recipientes de un galón que antes habían sido empleados para una firma de aceite de oliva que tenía un murciélago como marca de fábrica. Los compradores comenzaron reconocerlo y a pedirlo como el ron del murciélago, así nació esta importante marca cubana.
Durante casi todo el siglo XIX y una parte del XX, la Bacardí fue la mejor y mayor exportadora fábrica de ron en Cuba, pero llegó 1959 y la nacionalización de las grandes empresas privadas.
Los dueños de la Bacardí también emigraron y se llevaron la marca, sin embargo no lograron obtener fuera el buen sabor del ron cubano.
El Bacardí de hoy.
Hoy Bacardí sigue siendo una compañía de bebidas alcohólicas. Su sede internacional está en Bermudas, aunque también tiene oficinas en México, Miami y en Puerto Rico.
La Bacardí tiene la destilería de ron más grande del mundo y a la vez continúa siendo una corporación familiar y privada. En 1992 compró la italiana Martini & Rossi y en 2005, el Ron Bacardi era el segundo más vendido en el mundo.
Posee además otras marcas importantes: el Vodka Eristoff, el whisky Dewar’s y la ginebra Bombay Sapphire, entre otros.
Havana Club, el ron de Cuba.
1959 marcó el punto de reorganización y ampliación de la industria del ron cubano. Resurgió el Havana Club, una marca fundada en Cárdenas en l878 y que se dedicó a la exportación con su emblema de la Giraldilla, una estatuilla que también identifica la ciudad de La Habana.
En l993 la marca se presentó bajo la firma franco-cubana Havana Club International S.A. y produce los Añejos Blanco, Tres Años Especial, Reserva siete años y Quince años, además de las más jóvenes Cuban Barrel Proof y el Extra Añejo Máximo.
Es importante acotar que durante mucho tiempo el Ron Havana Club estuvo sola en el mercado mundial, pero en la actualidad otras marcas también se han impuesto en el mercado mundial: Mulata, Caney, Arecha, Legendario, Varadero, Santero y Caney.
La historia del ron vista a través de los museos.
Muchos turistas cuando visitan Cuba, eligen una botella de ron, de alguno muy preciado para llevarlo como regalo o recuerdo. Sin embargo, muchos no conocen la existencia de museos donde puede accederse no solo a la historia y evolución de la industria ronera, sino también donde pueden apreciarse los detalles de la elaboración de una de esta bebida.
Durante tu estancia puedes visitar el Museo del Ron de La Habana y el de Santiago de Cuba, ambos de la Corporación Cuba Ron S.A.
El Museo del Ron en La Habana.
El Museo del Ron en La Habana está ubicado en una mansión colonial del siglo XVIII. Es la antigua «Casa del Conde de la Mortera», frente a la Bahía de La Habana, en la calle San Pedro 262.
Una visita guiada te dejara acceder a toda la historia del ron y al descubrimiento de una joya de la arquitectura habanera. En la primera planta se encuentra el taller del tonelero. Allí se exhiben las artesanías utilizadas para construir y preparar los barriles de roble en donde se añejan los rones.
Seguidamente una galería muestra un molino de caña original de los accionados por mulas en las primeras refinerías de azúcar. Hay una locomotora de vapor de 1902, y se exponen modelos de las antiguas refinerías y destilerías de ron, con grandes chimeneas y de los trapiches.
Está además la zona de fermentación y destilación donde se respira un aroma embriagador. Pueden verse los barriles de madera, las columnas de destilación de cobre, unidas por tubos que transportan el ron hasta grandes tanques.
En las bodegas de añejamiento descansan los barriles que esperan pacientemente el paso de los años para destaparse. Hay una maqueta del central azucarero La Esperanza de 1930.
La zona de degustación con su barra de madera es una de las favoritas entre los visitantes. Allí se prueban las variedades de ron cubano, un servicio incluido en el precio de entrada al local.
De manera opcional puedes terminar la visita en la tienda donde puedes comprar diversas marcas de ron y artículos como tabaco, vasos, removedores y fosforeras de la marca Havana Club, entre otros suvenires.
También está el bar-restaurante del museo, donde se preparan cocteles cubanos famosos como el Mojito, el Daiquirí y el Guarábana, especialidad de la casa, una mezcla de ron Añejo Blanco, jugo de caña de azúcar y zumo de naranja, muy refrescante y sabroso.
De paso por Cuba no dejes de probar cualquiera de las marcas que prestigian la industria ronera de la isla, una invitación muy especial.