Teatro Tomás Terry

Teatro Tomás Terry
El Teatro Tomás Terry, declarado monumento nacional en 1978 y Premio Nacional de Conservación del 2008, está ubicado en el casco histórico d

Teatro Tomás Terry, monumento nacional

El Teatro Tomás Terry, declarado monumento nacional en 1978 y Premio Nacional de Conservación del 2008, está ubicado en el casco histórico de la ciudad de Cienfuegos.

Orgullo de los cienfuegueros, el inmueble se considera además, uno de los edificios eclécticos más elegantes de toda la ciudad.

Mole de piedra con terminación refinada. Tanto en su interior como por fuera deja ver las influencias italianas en su construcción.

El auditorio tiene forma de herradura y tiene capacidad para 950 personas.

Los interiores están decorados en mármol de Carrara, el parqué tallado a mano y también pueden verse frescos al estilo clasicista en el techo.

Muchas son las referencias al Teatro Tomás Terry, pero es sin dudas, el sobrenombre Teatro a la italiana, uno de los que más llama la atención.

Se le dice así precisamente por la forma del auditorio donde el público se sitúa en cuatro niveles, siempre de frente al escenario.

La historia de un teatro

La idea de construir un teatro la tuvo Don Tomás Terry y Adams, considerado magnate del azúcar y el comercio en la ciudad de Cienfuegos.

Este caraqueño era dueño de tierras e ingenios, de esclavos y ostentaba el título de Marqués de Perinat. Vino a Cuba durante la primera mitad del siglo XIX y se asentó en esta ciudad cautivadora.

En poco tiempo amasó una de las más grandes fortunas de su época en todo el mundo, razón por la que lo llamaron el creso cubano.

Las crónicas de la época narran que era filántropo y dado a ayudar en la protección y ayuda a actividades relacionadas con la cultura.

Así, en 1863 ofreció al gobernador de Cienfuegos, la inmensa suma de sesenta mil pesos para construir un teatro.

De la suma total, cincuenta mil deberían haberse empleado en la institución cultural y el resto, o sea, los 10 mil restantes, en la construcción de una escuela para niños pobres pero el proyecto no se comenzó.

Tuvieron que pasar más de veinte años, en 1886, cuando incluso el Marqués había fallecido para que comenzaran las obras.

Sus hijos regresaron de París distribuir la fortuna que dejó y decidieron cumplir la voluntad de su padre.

En memoria de su padre, construirían un teatro de lujo, que resultara la admiración de todos, donde se presentaras artistas famosos de todo el mundo.

Cien mil pesos fueron destinados al efecto y en diciembre de 1887 colocaron la primera piedra.

El teatro fue terminado en 1889 y en febrero del siguiente año fue inaugurado con todo el esplendor que merecía.

Anatomía de un teatro singular

Fachada del teatro

El teatro Tomás Terry ofrece una fachada donde pueden verse un corredor rectangular con cinco arcos de medio punto.

El segundo piso ofrece grandes ventanales hacia el parque y el pórtico está coronado por tres mosaicos de la casa veneciana Salviati.

Es una representación de la musa de la tragedia, la comedia y la música: Talía, musa de la comedia, Euterpe, musa de la música, y Melpómene, musa de la tragedia.

El edificio constituye uno de los pocos ejemplos de la influencia bizantina en la mayor de las Antillas. A su derecha hay una tienda de discos y otros souvenirs y el Café Terry.

En este Café se promueven espectáculos nocturnos donde la más bella de las artes es la protagonista.

Música en vivo con trovadores, jazzistas y donde se da un toque de poesía para completar un ambiente bohemio y citadino que alegra las noches de la ciudad.

Se organizan además, charlas y encuentros para jóvenes artistas.

Interior del teatro

Al entrar al teatro Tomás Terry por tres grandes puertas, accedemos al vestíbulo engalanado con un inmenso espejo.

Ricamente decorado en su interior también nos ofrece una estatua del magnate en actitud satisfecha por ver cumplido su deseo.

Un poco más adentro está el auditorio. Con forma de herradura, tres secciones de butacas y 21 palcos siempre de frente al escenario donde cerca de mil personas pueden disfrutar de variados espectáculos.

La decoración del teatro Tomás Terry

La decoración es uno de los aspectos que distinguen el sitio.

Decorado con mármol de Carrara, parqué tallado a mano y en el falso techo de yeso figuras alegóricas a la aurora, la risa, y el llanto, obra del artista filipino-madrileño Camilo Selaya Toro.

Para propiciar una mejor visibilidad al público, el escenario está ligeramente inclinado hacia el público.

Conserva el sistema original de tramoya y bambalinas que data de 131 años de existencia.

El escenario es otro portento: diez metros en la boca y 19 de profundidad, precedido por una abertura que está trabajada al relieve, con un mascarón representando la comedia.

El dorado reluce en toda el área.

El mascarón vigila el auditorio. Fue colocado en 1965 y hecho por el artista cienfueguero Mateo Torriente Bécquer.

Se dice que el rostro observaba la reacción del público ante cada puesta en escena. Dos torres de palcos grillés completan al escenario.

Las paredes están adornadas con pinturas murales del artista Selaya Toro, quien es además, el autor de la decoración de La Caridad, en Santa Clara.

Personalidades en el Terry

Así como es de sublime la arquitectura del teatro cienfueguero Tomás Terry, así también son muchas de las personalidades que han pisado su escenario.

Importantes artistas como la actriz cienfueguera Luisa Martínez Casado, Ana Pavlova, la bailarina rusa, el músico y compositor Ernesto Lecuona y el tenor italiano Enrico Caruso, engrosan la lista de personalidades que han ofrecido su arte a los visitantes del teatro.

También se suman otros reconocidos como la actriz francesa Sara Bernhardt y Jorge Negrete, la estrella del cine de oro mexicano.

Por supuesto, que allí se presentó además Alicia Alonso, prima ballerina assoluta y otros como los españoles Joan Manuel Serrat y el bailaor Antonio Gades, Silvio Rodríguez, entre muchos otros.

Premios para y desde el teatro Tomás Terry

El Teatro Tomás Terry, por su riqueza arquitectónica y patrimonial forma parte de la trilogía de teatros cubanos del siglo XIX, junto al Teatro La Caridad y el Teatro Sauto.

Por ello, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural le otorgó el Premio Nacional de Conservación en 2008, por conservar en buen estado la imagen, el espacio y la funcionalidad original del teatro, y también por mantener su uso cultural y social.

Desde 1996 y cada dos años, el teatro otorga el Premio Terry de Teatro, en tres categorías: investigación social, memoria gráfica y memoria audiovisual.

Se otorga para conservar y popularizar el legado cultural de las artes escénicas cubanas.

También desde 2003, y cada dos años, en su sede se celebra el Festival Nacional del Monólogo Cubano, en busca de la mezcla de métodos y estilos teatrales.

Todo tipo de encuentros como clases, charlas, debates y talleres sobre la actuación teatral se promueven para mantener viva la manifestación artística.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.