La tumba francesa

Tumba francesa

Orígenes de la Tumba Francesa

Tumba Francesa significa literalmente tambor francés y es una tradición de bailes y cantos llegados a Cuba en el siglo XVIII, gracias a la emigración de varios colones franceses con sus esclavos cuando la Revolución haitiana se hacía visible en el año 1791.

Esos adinerados señores se asentaron en su mayoría en la región oriental de la isla, fundamentalmente en lo que hoy es Santiago de Cuba y Guantánamo.

Estos emigrantes llevaron consigo la tradición del café, lo cual significaba cierta prosperidad económica, pero también trasladaron para Cuba sus tradiciones y manifestaciones culturales.

Los franceses hacendados que se habían instalado en esa zona oriental de Cuba les permitían a los negros esclavos practicar sus bailes y cantos, con ese sonido inconfundible de los tambores, cuando llegaban las fiestas de los Santos Patronales.

De esa manera sus tradiciones y cultura se fueron consolidando y fortaleciendo aunque ya no estaban en su tierra natal.

En la Tumba Francesa se mezclan la música de Dahomey, proveniente de África occidental, y los bailes tradicionales franceses.

Con el decursar de los años las generaciones que fueron naciendo continuaban aprendiendo esta tradición de sus ancestros para que no se perdiera con el tiempo.

En el año 1886 la esclavitud fue abolida en Cuba y los negros libertos fueron migrando a los pueblos en busca de trabajo y sustento, así nacieron las sociedades de Tumba Francesa en varias ciudades del oriente de la isla.

Actualmente en Cuba se mantienen tres que son las más reconocidas: la Tumba Francesa La Caridad de Oriente en Santiago de Cuba, en Guantánamo la Tumba Francesa Pompadour Santa Catalina de Ricci, y en Holguín la Tumba Francesa de Bejuco.

Actualmente sus practicantes son la octava generación, y mantienen sus cantos, bailes y toques como se lo enseñaron sus ancestros.

Por conservar la tradición casi exacta por casi dos siglos y seguir enseñándola de generación en generación, en el año 2003 la UNESCO declaró la Tumba Francesa como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Primero se declaró la de Santiago de Cuba y luego las de Guantánamo y Holguín.

Instrumentos, cantos y bailes de la Tumba Francesa

El composé, que es el cantante principal, comienza con un solo que generalmente es en dialecto español o francés. Luego cuando el da la señal comienza a sonar el catá de madera, un instrumento característico del folclor cubano.

Luego sigue el sonido de otros tres tambores que se llaman tumbas.

Al ritmo de esa música comienzan los bailes, que se ejecutan bajo el mando del Mayor de Plaza.

En esas danzas, unidas a su vestuario se aprecia la influencia francesa y en los instrumentos y cantos se nota que provienen de la cultura haitiana.

Aparte de los tres tambores y el catá que inician la música también se tocan la tambora, que es un tambor pequeño, y maracas metálicas llamadas “chachás”.

En la Tumba Francesa generalmente el coro y los bailarines son mujeres que usan vestidos largos al estilo de la época colonial y en la cabeza se colocan pañuelos africanos.

Las representaciones duran alrededor de 30 minutos y son una serie de cantos que en ocasiones duran hasta tarde en la noche.

Estas fiestas sin perder su esencia han adoptado rasgos del entorno sociocultural donde se desenvolvían, y en la actualidad son un elemento indispensable de un folclor netamente cubano.

Esta danza de salón consiste en tres partes diferenciadas notablemente una de otra: el masón, el yubá o babul y el frenté.

En la actualidad los dos estilos de la Tumba Francesa que más se interpretan son: el masón, que es como una parodia de los bailes de salón franceses, y el yubá, un baile basado en ritmos de tambor.

Sociedad de la Tumba en Guantánamo

Pompadour-Santa Catalina de Ricci, es el nombre que recibe la sociedad de la Tumba Francesa que tiene su sede en Guantánamo, la provincia más oriental de Cuba.

Esta sociedad tiene costumbres y tradiciones muy similares a sus otras vecinas de Santiago de Cuba  y Holguín, ya que el origen de la Tumba Francesa es el mismo y sus peculiaridades se han trasmitido a través de las generaciones que han ido naciendo.

En toda la zona de lo que hoy es la provincia Guantánamo se crearon más de diez sociedades de la Tumba Francesa, pero hasta hoy la que perdura en el tiempo es la Santa Catalina de Riccis o Pompadour.

Actualmente esta sociedad tiene su sede en un lugar conocido como la Loma del Chivo, ubicado en la zona este de la ciudad guantanamera, y es considerada una reliquia del folclor de esa provincia.

En sus interpretaciones se ve reflejado el proceso de transculturación desde la llegada de los haitianos a Cuba.

La Tumba Francesa Pompadour-Santa Catalina de Ricci es una de las que mayor pureza ha guardado hasta el presente y sus cantos tienen relación con acontecimientos no solo de su entorno, sino del acontecer histórico y cultural de Cuba y el mundo.

Sus cantos pueden ser humorísticos, patrióticos, sentimentales, rememoradores de hazañas épicas y de grandes hombres, de santos, entre otros.

La Tumba Francesa de Guantánamo ostenta varios reconocimientos, entre ellos se destacan: la Orden por la Cultura Nacional, el Premio «Memoria Viva» que otorga el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana «Juan Marinello» del 2000 en la categoría preservación de tradiciones.

Además tiene el Premio Provincial de Patrimonio Cultural del año 2001 y Premio Provincial y Nacional de la Cultura comunitaria en ese mismo año.

Las igual que las otras dos sociedades de la Tuma Francesa en Cuba tiene la condición de Obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, declarado por la UNESCO en el año 2003.

Sociedad de la Tumba Francesa en Santiago de Cuba

La Caridad de Oriente tiene su sede en la oriental provincia de Santiago de Cuba y recibió ese nombre en honor a la Santa Patrona de Cuba que es la Virgen de la Caridad del Cobre y que tiene su santuario en esa ciudad.

Esta sociedad fue fundada el 24 de febrero de 1862, y primero se llamó Sociedad Tumba Francesa Lafayet, en honor al General Lafayet.

La música de esta sociedad, al igual que las otras, se caracteriza por el toque de sus tres grandes tambores o tumbas.

Resalta como aspecto interesante que los ejecutantes de los toques se nombran de acuerdo con su instrumento: mamamier para el premier o principal, secondier para el segundo o bula y cataye, que toca el catá.

En el caso de las cha-cha o marugas se tocan por mujeres y son para acompañar el coro.

En el caso de la tambora o requinto va colgada al cuello de quien la toca.

Dentro de los bailes, además del yuba y el masón, también interpretan la tahona, en el cual los bailarines danzan alrededor de cintas de colores que tejen y destejen según danzan.

Algunos de estos bailes son considerados por los estudiosos del tema antecedentes del guaguancó y la rumba cubana.

Varias generaciones de los Venet y Danger en esta ciudad oriental cubana heredaron de sus ancestros la tradición de bailar y cantar a la usanza francesa fundada el 24 de febrero de 1862, hace 142 años, primero se llamó Sociedad Tumba Francesa Lafayet, en honor al General Lafayet.

Según consta en algunas investigaciones realizadas por santiagueros en las haciendas de los franceses Antonio Venet y Santiago Danger, ubicadas cerca del poblado El Caney, tuvo sus raíces la Tumba Francesa de lo que hoy es Santiago de Cuba.

Los actuales integrantes de esta sociedad dedican su condición de Patrimonio de la Humanidad a Gaudiosa Venet Danger, la querida Yoya, quien pidió antes de morir que la tumba francesa santiaguera se mantuviera viva.

La Tumba Francesa puede ser apreciada por quienes visitan Santiago de Cuba al igual que las ruinas de los cafetales franceses.

Para resaltar la valía de esta tradición franco- haitiana los realizadores de audiovisuales de Lía Videos en Santiago de Cuba filmaron los bailes, toques y cantos tradicionales de la Tumba Francesa, y los editaron en un material audiovisual.

Esta sociedad ostenta La Bandera de Ciudad Héroe, el Premio Nacional de la Cultura Comunitaria 2000, y es además, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, y el Premio Nacional Memoria Viva 2004.

Sociedad de la Tumba

La sociedad de la Tumba Francesa de Holguín radica en Sagua de Tánamo y se nombra Bejuco, tiene su surgimiento a mediados del siglo XIX de forma espontánea.

Su época de mayor actividad fue en las décadas finales del siglo XIX y las dos primeras del siglo XX. Aproximadamente después del año 1917 comienza un período de menor acción.

Sus canciones más antiguas tienen relación con la Guerra de Independencia de Cuba, la mujer y otras a enemigos, o de agradecimiento a un amigo.

Esta sociedad ha hecho/?p=99 algunas presentaciones en los carnavales del municipio de Sagua de Tánamo, donde tienen su sede. Y cuentan con el apoyo del Consejo Nacional de Cultura.

Actualmente la Tumba Francesa en Holguín ha sufrido un ligero descenso por la avanzada edad de muchos de sus principales tumberos, así como por la pérdida de composé o solistas principales que cantan en lengua creole.

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